HABLAMOS CON CARMEN COSTA, LETRADA PENALISTA EN DERECHO PENAL Y PENITENCIARIO DE PAREDES Y ASOCIADOS, PARA SABER QUÉ PASOS DEBEMOS SEGUIR PARA CONSEGUIR LA LIBERTAD DE NUESTRO CLIENTE.
Pedir la libertad de nuestro cliente, en el caso de que haya entrado en prisión o esté ya en ella cuando nos ocupemos de su situación, es uno de los principales objetivos de un letrado penalista. Principalmente, para llevar a cabo la defensa del detenido debemos estudiar con profundidad los motivos por los que el ministerio fiscal ha solicitado su prisión preventiva y, en consecuencia, el juez de instrucción.
¿CÓMO ES EL PROCEDIMIENTO PARA PEDIR LA LIBERTAD DE UN PRESO PREVENTIVO?
Nuestra abogada penalista de Paredes y Asociados Abogados, Carmen Costa, nos informa sobre cómo es el procedimiento para llevar a cabo la libertad del interno preventivo. “Sí que se puede pedir la libertad de un preso preventivo tantas veces como uno desee. Es decir, no hay un límite de veces para solicitarla. La manera de ejecutarla es a través de la presentación de un escrito al juzgado, exponiendo que no existen indicios de la comisión delictiva o en su caso, un riesgo de fuga, riesgos para la víctima o, también, de destrucción de pruebas”, comenta la abogada. En el caso de ser denegada, cabe la posibilidad de recurrir ante la Audiencia Provincial para que sea revisada por un órgano superior.
¿EN QUÉ MOMENTO TENGO QUE PEDIRLA?
No existe un determinado momento para pedir la libertad de un preso preventivo que funcione para todos los casos. Es decir, cada persona y su correspondiente acontecimiento tiene sus tiempos y una manera específica para defender su situación. Sin embargo, el abogado penalista deberá presentar dicho escrito cuando las pruebas que han llevado al ministerio fiscal a dictar prisión preventiva se hayan debilitado.
Pongamos un ejemplo sencillo. Si han solicitado la prisión preventiva por motivo de una destrucción de pruebas, el letrado penalista en cuestión deberá defender al cliente presentando pruebas o evidencias que acrediten la defensa de este. Una de las defensas que puedes utilizar es la imposibilidad de la existencia de una destrucción de pruebas, ya que el juez de instrucción tiene la disposición de estas.
De esta manera, la posibilidad de conseguir la libertad puede ser más efectiva y, posteriormente, el juez de instrucción puede dictar auto de libertad provisional que dependiendo del suceso puede ser bajo fianza o sin ella.
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